martes, 8 de marzo de 2011

LAS PERSONAS LLEGAN A TU VIDA SIEMPRE POR ALGUNA RAZÓN.

En esta ocasión no entrevisté a persona alguna, ¿Por qué? Pues porque hoy les hablaré de una persona que para mi es una persona trascendente, estoy hablando Leticia Velázquez, una joven de 25 años, que vive en el Centro Histórico de la bella Ciudad de México. Lety, como la llamo cariñosamente, primero fue mi compañera de escuela, pero con el paso del tiempo y el compartir momentos habituales forjamos una gran amistad. 
 
Las cosas por la que más la admiro son:

Es la persona más bondadosa que conozco, ya que a pesar de las vicisitudes de la vida, ha sabido salir avante de ellas y toma la cotidianidad como eso, como el eterno vivir en el presente, disfrutando de todo, como ella dice: “…la vida no sólo es nacer, crecer reproducirse y morir, para mi es soñar, amar, luchar por lo que es justo y bueno, trabajar con amor como te vuelvo a repetir, creo que esa es la palabra clave: el amor”. O sea, para Lety es importante trabajar para vivir, y vivir para hacer felices a las personas y al mismo tiempo a ella misma.

Las cosas por las que me atrajo en primera instancia fue su fanatismo por la escritora peruana  Isabel Allende quien es su icono a seguir, lo segundo es el amor por la pedagogía, tercero la labor social que realiza y cuarto su visión del mundo. 
 
Ella me ha proporcionado muchas cosas: vida, amor, felicidad, buenos ratos, helados, cafés, viajes, preocupaciones, nostalgias, calidez humana… en fin, muchas cosas, pero sobre todo me ha hecho mejor persona, me explico.

Su contagioso sentido del humor es algo que me ha enriquecido enormemente, esto porque es interesante, divertida y graciosa, aunque como todos tiene momentos malos esto no le impide tener siempre una sonrisa, les platico que tiene una estatura media, pero su corazón es tan grande que si fuera por ella se llevaría a todos los perritos callejeros que encuentra para cuidarlos. Me sorprende también porque supo responder de manera positiva ante la enfermedad que aqueja a su hermana mayor, además de ser muy paciente y ayudarla en su tratamiento, hasta ahora. 
 
La labor por la que admiro más se debe a que ha realizado labores sociales en el ámbito que le concierne, o sea el pedagógico, y las actividades más sobresalientes son los siguientes: se fue a comunidades indígenas de la Sierra de Guerrero a alfabetizar a personas mayores, después se trasladó a Chiapas a realizar talleres artísticos en san Cristóbal de las Casas, posteriormente fue a las zonas marginadas del estado de México a ofrecer cursos de verano a niños que en otras circunstancias no podrían acceder a ellos, ahora emprenderá una aventura más, ya que se va por un año a Puebla para combatir el analfabetismo en aquel lugar.

Por todo lo anterior, Lety debe saber que la quiero y admiro muchísimo. Para acabar pronto, ella se define en 3 palabras: especial, imprescindible y trascendente.  

Fotos y redacción: Angélica Cortés 

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